El éxito en la lactancia está en que la madre tenga buena producción de leche, quiera amamantar a su hijo, tenga buenos pezones, consuma suficiente líquidos, lo ponga al seno cuando el niño tenga hambre (sin haberle dado antes nada). Se debe poner el tiempo suficiente, sin horarios y pedir instrucción al pediatra sobre la posición del bebé para lactarlo. Si ya no se tiene leche, no queda más remedio que la leche de fórmula , siempre y cuando sea la indicada por el pediatra.