Si se tiene una producción suficiente de leche, la extracción con extractor o manual es recomendable, pues se puede inclusive congelar, para usarla posteriormente en caso de que se empiece a trabajar, o se deba salir, sin necesidad de suspender la leche materna al bebé. Qué tan seguido se debe hacer, depende de cuántas veces se está alimentando al bebé, pues el debe quedar satisfecho después de cada toma, y el remanente es lo que se debe extraer, pero puede ser tan frecuente como cada 4 horas. Recordar siempre usar recipientes estériles para guardarla, pueden ser teteros, bolsas especiales que se consiguen para congelar. Se debe marcar el recipiente con la fecha de extracción y la leche se puede conservar en la nevera hasta 2 días, y en el congelador hasta 6 meses. La leche descongelada se debe usar inmediatamente y no se debe volver a congelar.