Las adenopatías se producen como respuesta a algún proceso inflamatorio o infeccioso del cuerpo, en la mayoría de los casos son patologías benignas que se autoresuelven. Sin embargo si hay inflamación de la glándula tiroides, se pueden producir adenopatías reactivas que pueden ser crónicas sin necesidad de otro tipo de examen o procedimiento invasivo. Lo importante es realizar control ecográfico y definir sus características, si no han crecido, no duelen, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, consultar al médico tratante para que se realice una valoración completa con ecografía y un examen físico.