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Aunque existen algunos mitos desmentidos asociados a la ingesta de bebidas carbonatadas y azucaradas durante la lactancia, como:
No se recomienda ingerirlas bajo ninguna circunstancia. Pues como se mencionó anteriormente contienen en una sola bebida la cantidad suficiente para suplir las necesidades de azúcar diarias, así que aumenta el riesgo de obesidad. Produce además sensación de saciedad lo que reduce el consumo de alimentos con mayor valor nutricional, modifica la absorción de nutrientes, deteriora el esmalte dental y favorece la aparición cálculos en la vía urinaria.
Prefiera siempre el consumo de agua, como mínimo con 2 litros diarios.
Estamos a su disposición.