Un sangrado abundante puede causar anemia de forma secundaria, para comprobar hay que medir los niveles de hemoglobina en sangre con un hemograma, entre menos hemoglobina tenga la persona más grave o severa puede ser la anemia que se presente. Si se descubre una anemia, se debe buscar la causa del sangrado y detenerla para seguir evitando la pérdida de sangre y luego se pueden normalizar los valores de hemoglobina con medicamentos o incluso con transfusión cuando sea requerida.