No es frecuente que eso suceda, pero si está sucediendo se le puede cambiar el antibiótico por otro a ver qué sucede con sus efectos secundarios y así se trata la infección. También puede ser efecto de que como el embarazo está empezando, los niveles de hormonas hacen la mucosa de su estómago más sensible causando gastritis o incluso las mismas ganas de vomitar por efecto hormonal.