En ocasiones estos síntomas son normales y propios del embarazo, esto debido al aumento de tamaño y peso del útero grávido, por ende los ligamentos que lo sostienen se engrosan y producen este tipo de molestias, ahora bien si no hay sangrado, salida de líquido abundante, asociado a los dolores o ardor al orinar, se puede estar tranquila, sin embargo consultar con el médico tratante para hacer seguimiento al flujo vaginal que se nos refiere.