Antes que nada, hay que disminuir el consumo de fritos, la piel del pollo, carne grasosa, el uso excesivo de aceites o margarinas, harinas (papa, pan, yuca, plátano), comidas rápidas, aderezos y salsas. Hacer ejercicio cardiovascular 3 veces por semana, 30 minutos por día. Si ya se encuentra en tratamiento con medicamentos, consumirlos por los periodos de tiempos recomendados por el médico, junto con hábitos de vida saludable, y nuevos controles con exámenes.