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Sí, es normal. Debido a que la colocación del implante es invasivo (va debajo de la piel) es habitual que durante unos días siguientes se presente una leve inflamación y enrojecimiento de la zona. Esto es una reacción que tiene el propio cuerpo ante la pequeña lesión y al cuerpo extraño que ingresó. Una vez pasado los días, esto irá desapareciendo espontáneamente y sólo puede quedar una pequeña cicatriz en la zona.
De todas maneras, si usted nota otros síntomas como excesivo dolor local, alguna salida de secreción o fiebre, acuda con su médico para que e le efectúe una revisión.
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