Un ataque de pánico es una experiencia muy intensa en la que sin razón aparente se comienza a sentir miedo, angustia y sensaciones físicas como taquicardia, sudoración, adormecimiento de manos y piernas, dificultad para respirar, etc. En muchos casos quien lo padece no sabe lo que está ocurriendo y esto le genera más miedo e incertidumbre. El ataque de pánico dura por lo general de algunos minutos hasta media hora y puede ser causado por cualquier situación o experiencia. El ataque de pánico suele estar acompañado de síntomas físicos que aumentan la ansiedad de la persona, pues esta piensa que algo le está sucediendo a nivel corporal: palpitaciones, sudoración, miedo, sensación de opresión en el pecho, problemas estomacales, falta de aliento, pensamientos negativos, sensación de emergencia y deseos de escapar.
Para el tratamiento se usa la psicoterapia (terapia cognitiva conductual) que ayuda a la persona a entender sus comportamientos y le enseña cómo cambiarlos. Esto acompañado de medicamentos y sedantes. Debe consultar a su médico para realizar una valoración adecuada, establecer la severidad de los síntomas y así mismo, dar el tratamiento adecuado.