Según estudios previos se ha determinado que para que ocurra un 100% de probabilidad de contagio, debe existir al menos diez contactos sexuales (o situaciones en las que se intercambien fluidos corporales), todo depende de la carga viral del portador. En concreto sí existe un riesgo de haberse contagiado, según las estadísticas y teniendo la certeza de que la persona con la que se tuvo el encuentro es portadora del VIH, ese riesgo puede estimarse hasta en un diez por ciento.