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Usualmente se presentan como aumento del flujo vaginal, comezón o picor, ardor al tener relaciones sexuales, enrojecimiento; entre otros datos que son menos específicos.
Este tipo de alteraciones requiere de manejo con antimicóticos bajo prescripción médica, por lo que lo más adecuado es que acudas a valoración. Puedes llevar medidas generales para el control del cuadro; usar ropa interior holgada de algodón, evitar la humedad, asear la zona con agua (no usar jabones ni duchas vaginales) y el uso de preservativo para evitar las enfermedades de transmisión sexual.
Quedamos atentos a cualquier duda que puedas tener más adelante. No olvides calificarnos.