Claro que se puede tener relaciones sexuales en el embarazo hasta las 38 semanas, pero claro que el esposo no debe estar encima. Es obvio que ese peso puede significar un aumento de presión en la cavidad abdominal generando mínimamente incomodidad para el bebé. Las posiciones no deben implicar daño o riesgo ni para la mamá ni para el niño y el esposo debe entenderlo de esa manera.