Las relaciones sexuales en una piscina pueden generar distintas alteraciones, entre esas el cloro de la piscina puede producir irritaciones, la lubricación normal se disminuye por el agua produciendo posibles laceraciones y dolor en el coito, así también, estas heridas pueden ser colonizadas por esta agua que puede estar compuesta de distintos gérmenes si no tiene una adecuada limpieza. Por lo cual no se recomienda esta conducta.