Durante la penetración anal se pueden producir lesiones y laceraciones que generan sangrado rectal, por lo cual esta conducta debe hacerse con cuidado, usando lubricante y con mucha comunicación entre la pareja para evitar sangrado o infecciones. Esto debe resolverse con una adecuada limpieza e higiene de 5 a 7 días. Si esto persiste se deberá consultar al médico para realizar un examen presencial de la zona afectada.