De acuerdo con la OMS, la alimentación complementaria debe introducirse en el momento adecuado, lo cual significa que todos los niños deben empezar a recibir otros alimentos, además de la leche materna, a partir de los 6 meses de vida. La alimentación complementaria debe ser suficiente, lo cual significa que los alimentos deben tener una consistencia y variedad adecuadas, y administrarse en cantidades apropiadas y con una frecuencia adecuada, que permita cubrir las cantidades apropiadas y con una frecuencia adecuada, que permita cubrir las necesidades nutricionales del niño en crecimiento, sin abandonar la lactancia materna.
De acuerdo con la estrategia AIEPI:
- De seis a siete meses, se recomienda introducir a la dieta purés de arroz, y paulatinamente incluir otros cereales como maíz, o avena. Puede dar también yema de huevo, a menos que hayan alergias al huevo conocidas en la familia.
- De siete a ocho meses, se introducen purés de verduras (espinaca, habichuela, zanahorias, ahuyamas). Y también se introducen purés de carnes como pollo, pescado o hígado.
- De ocho a nueve meses incrementa la cantidad y consistencia de los alimentos, se puede dar papa cortada en trozos muy pequeños.
- De nueve a diez meses se introducen granos como frijol, lentejas, garbanzos, y ya puede administrarse huevos completos.
- De 10 a 11 meses, ya puede comer en plato propio, en raciones adecuadas lo que come el resto de la familia.
- de uno a dos años come la mitad de la ración de una persona adulta.
- De dos años en adelante su ración de comida va aumentando paulatinamente hasta comer la misma cantidad de lo que consume la persona adulta.
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