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Si practicas un deporte de manera regular, al menos tres a cuatro veces por semana, y te mantienes activa el resto de los días (por ejemplo caminando), tendrá un impacto positivo sobre tu salud general y sobre tu peso. Ahora, siempre deberá combinarse el ejercicio con una alimentación saludable según las necesidades, ya sea que se quiera aumentar o bajar de peso.
Al hacer deporte el cuerpo necesita más calorías, por lo cual no es recomendable hacer dietas demasiado restrictivas, pues te sentirás débil, y te dará más hambre. Si el objetivo es bajar de peso, puedes empezar eliminando las bebidas con azúcar (gaseosas, jugos de caja, etc), alimentos procesados (comida chatarra), fritos, y alimentos con harinas y azúcares refinados (pasteles, tortas, productos de panadería), y reemplazarlos por frutas, vegetales, granos (frijol, lentejas, garbanzos), proteínas animales (huevos, pollo, pescado, carne), y harinas como arroz, papa, yuca en cantidad moderada.
Si por el contrario tu objeto es aumentar o mantener el peso, mantente en la línea de los alimentos saludables, pero no debes restringir tanto las porciones sobre todo en las proteínas y las harinas.
Una nutricionista es la persona que puede ayudarte a planear una dieta adecuada de acuerdo a tu edad, peso, talla y nivel de actividad, ya que además de la naturaleza de los alimentos, es muy importante definir la cantidad que debes consumir de ellos para mantenerte en tu peso ideal.
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