Lo más importante es mantener horarios de alimentación establecidos, comer porcionado, evitar comer mas de 1 harina por comida, evitar comidas rápidas, gaseosas, paquetes de frituras, refrescos embotellados, aumentar el consumo de frutas y verdura y aumentar la ingesta de agua. Realizar actividad física al menos 150 minutos a la semana.