Lo principal que se debe hacer es evaluar el tipo de dieta que se lleva, debido a que posiblemente sea un factor que predispone a la alteración en el perfil lipídico, es recomendable una valoración con nutricionista, estar en controles con el médico para evaluar cómo está la presión arterial y poder hacer seguimiento al perfil lipídico, ya que esos valores aumentan el riesgo cardivoascular. Evitar paquetes, embutidos, gaseosas, grasas, fritos comidas rápidas, aumentar el consumo de vegetales, frutas, proteína magra, realizar actividad física mínimo 120 minutos a la semana.