Lo más recomendable es que se hagan cambios en los hábitos de alimentación, mantener horarios establecidos, evitar grasas, comidas rápidas, salsas, gaseosas, condimentos, lácteos. Aumentar el consumo de frutas preferiblemente no ácidas, también incrementar la toma de agua y los alimentos con alto contenido de fibra. Recordar que al tener estreñimiento se puede producir sangrado por el esfuerzo que se realiza para el paso del bolo fecal.