Despertarse con el pene erecto es totalmente normal. Las erecciones coinciden con las fases de sueño MOR, etapas caracterizadas por un mayor movimiento ocular y en las que hay una alta actividad fisiológica general, quedando la última de ellas como testigo de dicho noctambulismo fálico. Durante el sueño se elevan además los niveles de testosterona alcanzando su máximo a primera hora de la mañana, lo que, unido a la acumulación de orina en la vejiga, puede estimular levemente la erección.