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Cuando los bebés después de los seis meses empiezan a recibir alimentos diferentes a la leche materna o la leche de fórmula, incluyendo la leche de vaca, su popó empieza a cambiar de características y por eso se asemeja más al de un adulto. En el intestino hay bacterias que se encargan de degradar algunas sustancias presentes en los alimentos y cuando empiezan a recibir estas nuevas sustancias también empiezan a trabajar de una forma distinta, por eso es que puede cambiar el olor, el color y la consistencia. No tiene nada de que preocuparse, es el proceso normal del cambio en la alimentación.
Recuerde que la leche debe ser pasteurizada y los alimentos bien lavados para evitar infecciones.
Espero que la respuesta haya sido de utilidad, no dude en escribirnos si tiene alguna otra pregunta.