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El herpes es una infección viral de la familia de los herpesviridae. Se contagia por contacto con el virus, ya sea directamente con las lesiones o su secreción o por contacto con pitillos, botellas, toallas o ropa que estuviese en contacto con el virus. Es una infección que genera principalmente la aparición de lesiones agrupadas en vesículas (bolsas de agua), úlceras y una zona eritematosa en la zona en la que aparece. Ocasionalmente se acompaña de ardor en la zona, sensación de quemazón y prurito. La infección es auto limitada y generalmente dura cerca de 10 días, sin embargo se disminuye el tiempo con el tratamiento a 5 días, con disminución de la posibilidad de tener efectos secundarios.
Una vez resuelto el virus queda en los nervios de la columna adormecido y puede reaparecer en momentos en que se disminuyan las defensas lo cual puede suceder por estrés, por no dormir bien, por infecciones, traumas o cualquier estado que genere disminución de las defensas, por lo que pueden reaparecer.
Durante el tiempo que estén las lesiones son altamente infectantes por lo que se debe tener cuidado. No se deben retirar ni molestar mientras se encuentren activas. A largo plazo dependiendo de lo seguido que den, el órgano que afecten y la extension pueden dejar los síntomas a pesar de no tener las lesiones (prurito, ardor o rasquiña) o si se presenta en los ojos, dejar úlceras en este órgano. A largo plazo no cuenta con otros efectos, aparte que pueden reaparecer y son incomodas.