Las infecciones pulmonares en los pacientes inmunosuprimidos (que padecen alteraciones en la médula ósea o HIV) pueden ser letales ya que el cuerpo no tiene las defensas necesarias para combatirla, deben ser tratadas inmediatamente con antibióticos de amplio espectro para evitar posibles complicaciones como falla ventilatoria. Es importante administrar estos antibióticos por un periodo de 10 a 14 días y evaluar la evolución del paciente, así como hacer cultivos y establecer el germen que esta causando la infección.