En momentos de rabia y discusiones se pueden desencadenar episodios de ansiedad y preocupación que generan esa sensación de ahogo. Sin embargo, si persiste el ahogo o la falta de aire cuando se están haciendo esfuerzos físicos o se presenta dolor en el pecho, en otra ocasión se debe consultar al médico para que haga exámenes. Recordar guardar la calma.