En principio, toda mujer es fértil y puede tener hijos durante su etapa de vida reproductiva. Salvo algunas situaciones patológicas específicas, esta fertilidad se ve afectada en mayor o menor grado. Si se tiene buena salud general, si los órganos reproductores están en buenas condiciones funcionales y anatómicas y no hay otras condiciones adversas, se pueden tener hijos y no se necesitaría hacer ninguna prueba en específico.