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Aunque el cáncer de mama tiene altos componentes genéticos, las medidas de una vida saludable son adecuadas para su prevención: el tener una dieta adecuada con un control del peso, realizar actividad física al menos 30 minutos 5 días a la semana, evitar el consumo de tabaco y alcohol son buenas maneras de prevención. De igual manera, la lactancia materna resulta en un factor protector para evitar esta enfermedad.
Dependiendo de la edad, es importante acudir a tu clínica para llevar medidas de diagnostico temprano: la exploración de mamas por un profesional de la salud, el uso de estudios de imagen (ultrasonido o mamografía dependiendo de los hallazgos de la exploración o de la edad), y el aprender a autoexplorarse permiten una prevención más específica para esta patología.
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