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Puede deberse a trastornos circulatorios o a problemas de la transmisión del impulso nervioso en la zona referida.
En el primer caso, se puede tratar de insuficiencia venosa, es decir, problemas para que la sangre que se encuentra en las venas de los miembros pélvicos circule de forma adecuada. Clínicamente se puede presentar: hinchazón de piernas o pies, presencia de várices, enrojecimiento en miembros pélvicos, sensación de hormigueo o corrientes eléctricas. Factores de riesgo para esto: sobrepeso u obesidad, sedentarismo, mantener por muchas horas la misma postura. Por tanto, las medidas preventivas son: mantener un peso óptimo, realizar ejercicio físico, evitar permanecer de pie o sentada por muchas horas, usar medias de compresión, y realizar ejercicios específicos para insuficiencia venosa, cuyos ejemplos podrá encontrar en youtube.
La otra posibilidad es que se asocie a trastornos de los nervios. Ésto puede deberse a cuestión ortopédica (uso de calzado inadecuado, antecedente de alteraciones como pie plano, o genu valgo o genu varo), o puede deberse, dependiendo del tiempo de evolución, al inicio de algún padecimiento neurológico autoinmunitario como Síndrome de Guilláin Barré.
Debido a que tiene varias alternativas diagnósticas, se sugiere consultar de forma presencial con su médico, a fin de establecer la causa más probable y determinar la terapéutica adecuada con base en el diagnóstico preciso.
Espero haber resuelto sus dudas y quedo al pendiente de cualquier otra situación. Si la orientación le ha resultado de utilidad, por favor califíquela positivo.