La pérdida de cabello tiene muchísimas causas y es una indicación de que hay algún problema médico o simplemente un asunto genético o hereditario. El problema es cuando la pérdida del pelo comienza a edad más temprana. Un 25% de las mujeres presentará el problema y no recuperará ese cabello perdido. Las razones son muy variadas. Hay ciertas enfermedades o problemas médicos que pueden contribuir con la caída, como el desbalance hormonal, la anemia, la deficiencia de hierro, el hipertiroidismo o hipotiroidismo y la depresión. Igualmente problemas en el trabajo, asuntos sentimentales o familiares pueden producir una caída, que generalmente se puede detener y el cabello vuelve a crecer. Pero algo aún más sencillo y evitable está acelerando la caída: los hábitos de belleza. No es nada nuevo, es la perpetuación de malos hábitos. Por ejemplo las mujeres en su empeño de tener cabellos lisos usan productos químicos para alisarlos o tratamientos con calor para darle cierto look, que generalmente causa problemas en el cabello. Los llamados cornrows (trenzas), que muchas veces usan las mujeres desde que son muy jóvenes, producen un problema llamado alopecia de tracción, que daña la raíz del cabello. He visto mujeres de apenas 18 años con pérdidas de cabello severas generadas por este tipo de alopecia. La estructura de nuestro cabello está compuesta por células de keratina muertas y fuera de la cutícula del cabello tenemos 18 Methyl Eicosanoic Acid (18 MEA), que es una barrera protectora natural. Cuando la mujer se realiza tratamientos químicos, como keratina o tintes, esa barrera se retira y se abre la cutícula, para que el químico pueda hacer lo que debe hacer y cuando esa capa se retira ya no hay manera de reproducirla. Entonces el cabello se hace más reseco, más opaco y vulnerable. Mientras más tratamientos se hagan en el cabello, más se debilita. Si nota que el cabello se cae en grandes cantidades, lo primero que hay que hacer es visitar a un especialista (dermatólogo) para que le ayude a detectar la causa del problema. Otras ayudas ante la caída del cabello son:
- Lavar el cabello con frecuencia. En los casos de pelo graso, también se recomiendan lavados frecuentes, para reducir el sebo de la superficie del cuero cabelludo.
- Si se sufre de caspa y grasa, cuando el pelo se lava con frecuencia es aconsejable alternar un champú de tratamiento con otro champú de uso frecuente.
- Cuidarse del sol: Proteger adecuadamente el cabello del sol, principalmente bajo el sol es el momento en el que más castigamos el cuero cabelludo.
- Tomar Biotina: esta vitamina se encuentra en grandes cantidades en la levadura de cerveza, los filetes de hígado y los huevos cocidos.
- Ingerir hierro: se encuentra en carnes, pescados y huevos, y en alimentos de origen no animal como las lentejas y las espinacas, pero en este caso es un hierro que se absorbe poco. Para absorber ese hierro hay que tomar mucha vitamina C.