Las piedras en la vesícula también se conocen como cálculos biliares, litiasis biliar o colelitiasis. Se refiere a la acumulación de material sólido de los fluidos digestivos en la vesícula biliar, formando cálculos que son similares a una piedra y por ello adquieren también ese nombre.
Pueden ser más grandes o más pequeños, y se pueden formar varios cálculos a la vez o solamente 1.
Las principales causas por las que se desarrollan piedras en la vesícula son el exceso de colesterol, el exceso de bilirrubina y si la vesícula tiene problemas para vaciarse completamente.
La bilis suele contener componentes que hacen el colesterol soluble, pero si este se acumula de forma excesiva, hay más del que la bilis puede disolver y se dan las condiciones propicias para que el colesterol empiece a cristalizarse y formar los cálculos.
Respecto a la acumulación excesiva de bilirrubina, esta se suele deber a otras patologías: algunas hepáticas (que afectan al hígado) como la cirrosis, o también infecciones del tracto biliar y algunos trastornos de la sangre. En caso de que la vesícula no se vacía correctamente, la bilis se acumula y también favorece la formación de sedimentos de este tipo.
No obstante, para que se desarrollen las piedras en la vesícula han de darse varios factores a la vez, así que estas condiciones son necesarias pero no suficientes para que se desarrollen cálculos. Hay ciertos factores de riesgo que favorecen el desarrollo de piedras en la vesícula. A los principales se les denomina The Four F o Las 4 Efes: Fat (obesidad), Female (mujer), Forty (edad en torno a los 40 años), Fertility (en edad fértil).
Los anticonceptivos orales, la terapia hormonal con estrógenos, el tener antecedentes familiares de esta misma dolencia, o la pérdida rápida de peso también favorece la acumulación de cálculos así como algunas enfermedades como la Diabetes Mellitus o la enfermedad de Crohn.