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Si hubo un aborto retenido, lo que se debe hacer es extraer el producto de la concepción y todos los restos de la cavidad uterina, para eso se debe hacer un legrado lo más adecuado posible y cumpliendo con las normas de asepsia y antisepsia que el caso amerita. Posterior a esa limpieza de cavidad, se suele dejar de forma preventiva un ciclo de antibióticos de amplio espectro para evitar infecciones secundarias y se hace al cabo de 7 días una revisión general de la paciente en consulta externa. Este protocolo puede variar y también esta sujeto a los factores de riesgo de una infección presente en cada caso. Si la mujer empieza a presentar dolor abdominal que se incrementa, fiebre, náuseas, vómitos, malestar general u otro síntoma de cuidado, lo mejor es acudir a revisión.