El diagnóstico de un Trastorno Depresivo requiere una suma de varios criterios o de condiciones, dentro de las que se encuentran la disminución del apetito, el insomnio y en ocasiones, la dificultad para concentrarse. Sin embargo también es necesario que esté presente un estado de ánimo triste, con dificultad para disfrutar las cosas que normalmente se disfrutan (Anhedonia). Si no se tienen alteraciones en el estado de ánimo es posible que no se curse con un episodio depresivo. Sin embargo, muchas veces las cosas no son tan fáciles de encasillar y hace falta la valoración por un médico para determinar el origen de los síntomas; la recomendación es consultar al médico.