El uso de pegantes afecta la coordinación y movimientos corporales, cambios permanentes de personalidad, pérdida de la memoria, alucinaciones, problemas de aprendizaje, alteraciones en el ritmo cardíaco, daño hepático, aumenta el riesgo de alteraciones sanguíneas y Leucemia, disminución de fuerza muscular, daño renal y de la mucosa respiratoria.