Descarta en primer lugar los factores físicos: Es importante consulte a su médico de cabecera para revisar los niveles hormonales o posibles causas biológicas y trátarlas
Si tiene estrés o ansiedad debe reducirlos porque inhiben el deseo de iniciar relaciones sexuales.
Practicar deporte y ejercicios de relajación.
La educación sexual recibida, los mitos, las normas sociales, cómo debemos funcionar o lo que se espera de nosotros influyen sobre el deseo sexual.
Aprende a potenciar la atención hacia lo sexual, muéstrate abierto a percibir los estímulos sexuales tanto internos (fantasías sexuales, percepción de sensaciones de excitación) como externos (roces, caricias, lecturas eróticas) que estimulen los sentidos, esto favorecerá el deseo.