Restringir la cantidad de proteína que consume. Esto le ayudará a reducir la acumulación de productos de desecho tóxicos.
Aumentar su ingesta de carbohidratos para que sea proporcional a la cantidad de proteína que consume.
Tomar vitaminas y medicamentos recetados por su médico de cabecera para evitar presentar problemas neurológicos o problemas nutricionales a raíz de la enfermedad hepática.
Reducir el consumo de sal. La sal en la alimentación puede empeorar la acumulación de líquidos e inflamación en el hígado