El aro anticonceptivo puede generar los mismos efectos secundarios que cualquier anticonceptivo hormonal: dolor de cabeza, irritación o secreción vaginal, dolor en el cuello uterino, calambres menstruales, cambios de estado de ánimo, náuseas, vómitos, dolor de estómago, aumento de peso, dolor o sensibilidad de mamas, acné y disminución del deseo sexual.