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Al realizar actividad física en nuestro cuerpo aumenta la demanda de oxígeno y por lo tanto nuestro corazón se acelera un poco esto favorece la circulación y el transporte de sangre, incrementando los pulsos de las extremidades tanto en intensidad como en frecuencia.
De igual manera al estar de pie, nuestra piernas soportan nuestro peso, conforme vamos creciendo nuestras venas de las piernas se vuelven un poco más flácidas, en algunas personas más que en otras y principalmente afecta a las mujeres, por lo que tienden a observarse las várices, al caminar los músculos de las piernas ayudan a activar esa circulación y evitan que la sangre se "estanque" por así decirlo.
La sensación que describes puede deberse a esa combinación de factores, es importante que mantengas una actividad física diaria por lo menos de 30 minutos para favorecer a tus músculos y articulaciones.
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