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Dependiendo del grado de la inflamación pélvica será su tratamiento, el cual en general requiere el uso de antibióticos ya sea por vía oral, inyectados en forma intramuscular o por vía intravenosa.
Los síntomas pueden variar también de acuerdo a la severidad de la inflamación, dentro de los más frecuentes se encuentran: dolor pélvico o abdominal bajo, dolor o sangrado con las relaciones sexuales, fiebre, flujo vaginal amarillento o con pus, etcétera.
Lo ideal es que ante la sospecha de una inflamación pélvica solicite evaluación con su médico tratante para definir la necesidad de estudios adicionales (ecografia vaginal, directo de flujo vaginal, citología) y el tratamiento apropiado o necesidad de remisión a especialista (ginecólogo), ésto dependiendo de los síntomas y hallazgos al examen físico.
Quedamos atentos a cualquier otra duda.