La infección por VIH se divide en tres fases:
- Aguda o temprana: etapa inicial de la infección por el virus de VIH se manifiesta en un lapso de 2 a 4 semanas después del contagio. Durante esta fase, se pueden presentar síntomas de gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, sarpullidos, dolores articulares, entre otros. La concentración del VIH en la sangre es muy alta, lo cual aumenta considerablemente su riesgo de transmisión
- Crónica o Latente: fase intermedia de la enfermedad durante la cual el VIH sigue reproduciéndose en el cuerpo, mantiene concentraciones virales muy bajas, no tienen ningún síntoma relacionado con la misma y aun así puede propagar la enfermedad. La infección crónica suele evolucionar a SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en 10 años o más, aun cuando en algunas personas puede avanzar más rápido.
- SIDA: fase final y más grave de la enfermedad. En esta etapa los pacientes tienen un recuento de linfocitos (células) CD4 de menos de 200/mm3, y presentan infecciones oportunistas debido a que el virus ha destruido gran parte del sistema inmunitario, por lo tanto, el cuerpo no puede luchar contra las infecciones. Los síntomas asociados con esta etapa pueden variar enormemente. Esta enfermedad aún no tiene cura, pero existen muchos medicamentos disponibles para controlarla. Sin tratamiento, por lo general, estas personas sobreviven pocos años.
Espero haber aclarado tu duda, ante cualquier nueva inquietud, estaremos atentos.