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Los ansiedad es una respuesta normal del organismo en los momentos de alerta pero cuando se vuelve constante y de mayor intensidad es que constituye un trastorno y se manifiesta por síntomas cognitivos como preocupación excesiva, catastrofización, pensamientos ansiosos repetitivos, fallas en la atención y la memoria, y síntomas físicos como insomnio, fatigabilidad, dolor de cabeza, dolor en el cuello, mareo, náuseas, vómito, visión borrosa,boca seca, cambios en el apetito, presión en el pecho, dificultad para respirar, taquicardia, aumento de la presión arterial, aumento de la frecuencia respiratoria, dolor abdominal, diarrea, calambres en las extremidades, ente otros.
Un episodio de pánico consiste en un aumento súbito e intenso de los niveles de ansiedad con sensación de falta de aire, muerte inminente o infarto, además sudoración, taquicardia (pulso acelerado), palpitaciones (percepción de los latidos del corazón), dolor en el pecho, debilidad y calambres y generalmente no se asocia a un estímulo específico, puede ocurrir en cualquier lugar y estando despierto o durante el sueño. Para que esto se convierta en un Trastorno de pánico se requiere que haya una preocupación constante por que se presenten de nuevo estos síntomas y en ocasiones se evita estar en lugares en los que ya se presentó un episodio de estas características.
Ningún trastorno de ansiedad está relacionado directamente con alteraciones en corazón, lo que no quiere decir que no se puedan presentar ambos en la misma persona, pero las investigaciones no han mostrado que se genere un daño directo del corazón.
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