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Mas o menos.
La vagina sufre cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual. Cuando la ovulación se acerca y se produce, el moco cervical es cristalino, abundante, filante; y si se toma una muestra entre dos dedos y se estira, puede alcanzar los 10 a 15 cm.
Cuando pasa la ovulación, por efecto de la progesterona, el moco cervical se vuelve espeso, escaso, se rompe con facilidad y no es cristalino; es de tonalidad amarillo claro.
los cambios del moco cervical que mantiene lubricada la cavidad vaginal, no se producen de forma abrupta sino progresiva, es decir, poco a poco va cambiando y cuando la ovulación se genera, se encuentra en su máxima filancia o fluidez.
Al pasar la ovulación no es que la vagina propiamente se reseque, sino que éste fluido se hace más escaso.
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