Esto se refiere a algunos comportamientos que aumentan el riesgo de que una persona se contagie de VIH, entre ellas:
- Tener relaciones sexuales anales o vaginales sin preservativo.
- Compartir agujas o jeringas para consumir drogas inyectables.
- Recibir inyecciones, transfusiones sanguíneas o trasplantes de tejidos sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que requieran cortes o perforaciones con instrumental no esterilizado.
- Padecer otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana.
- Pincharse accidentalmente con una aguja.
Cualquiera de estas condiciones pueden ser indicativos de repetir una prueba de VIH a los 3 meses de la relación de riesgo.