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Una mujer durante su embarazo puede mantener una vida sexual activa con el padre de su hijo u otras parejas sexuales, sin afectar su bienestar ni el del niño o niña. Solo se deben evitar las relaciones sexuales si hay antecedente de abortos, amenaza de parto pretérmino, flujo vaginal o enfermedades de transmisión sexual. Se recomienda que las relaciones sexuales siempre sean con condón, para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, que pueden afectar el desarrollo del feto.