El aborto es la terminación del embarazo que puede ser espontáneo (por causas intrínsecas) o voluntario. En ningún momento se debe recomendar el aborto en un embarazo sano al menos que esté indicado por las únicas 3 razones en que se puede practicar. A este procedimiento se le debe realizar un seguimiento por un ginecólogo y entre más avanzado esté el embarazo más complicado puede tornarse el procedimiento.