El infarto óseo se produce por el riego sanguíneo insuficiente en la región determinada donde se produce. Es causada por un trauma severo o por enfermedades sistémicas, deberá tomar analgésicos y limitará el uso del área afectada para evitar mayores afectaciones. La mayor parte de las personas necesitaran tratamiento quirúrgico para evitar infecciones en la zona del infarto.