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La causa más común es una disminución súbita de la presión arterial, la cual puede ser por ayuno, procesos infecciosos, enfermedades crónicas, traumatismos graves, entre otros. La situación que menciona engloba desde paros cardiorrespiratorios (que requieren maniobras de reanimación) hasta pérdida de la fuerza de extremidades que puede ser secundario a un evento vascular cerebral.
Debido a que el actuar depende del panorama general (y de la evaluación del paciente), se debe tener un entrenamiento especial para conocer que maniobras realizar; por lo que en su caso particular lo más importante es hacerse a un lado, y pedir ayuda por teléfono (ambulancia o números de emergencia). Durante la llamada, se asesorará sobre los cuidados que se deben tener en el caso particular que se presenta.
Quedamos atentos a cualquier duda que puedas tener más adelante. No olvides calificarnos.