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La alergia al polen o a otras sustancias, ocurre cuando nuestro sistema inmune entra en contacto con el alergéno, en este caso el polen, y lo considera un invasor peligroso, por lo que guarda en la memoria inmunológica los anticuerpos contra el polen.
Cuando vuelves a estar en contacto con el polen, esos anticuerpos ya guardados y que tienen la información de que el polen es una sustancia peligrosa, comienzan a atacar y a secretar sustancias que van a generar que se inflamen la piel, las vías respiratorias y el sistema digestivo, produciendo los síntomas típicos de una reacción alérgica.
Dentro de los síntomas típicos se encuentran enrojecimiento o urticaria de la piel, picazón en la nariz, de los ojos o del paladar, muchos estornudos, congestión nasal, ojos irritados y llorosos, que se inflamen los labios, la lengua o la cara, tos, que te suene el pecho al respirar, ahogo, nauseas o vómito.
Puede ser desde muy leve hasta desencadenar una anafilaxia, el cual es una condición grave y mortal que requiere manejo de inmediato.
Sí en algún momento presentas mucha dificultad para respirar, erupción cutánea generalizada, que estés vomitando mucho, que pierdas la consciencia, es importante que seas llevada de inmediato al servicio de urgencias.
Espero haberte sido de ayuda, si tienes más preguntas no dudes en hacérnoslas saber.