El aborto inducido es un proceso en el cual, así haya viabilidad en el feto y no haya complicaciones médicas, se decide terminar con el embarazo por medio del uso de unos fármacos que hacen que se abra el cérvix y salga el feto. Si quedan restos en el útero, posteriormente se debe hacer un legrado. Es un proceso que debe ser realizado por un ginecólogo para evitar riesgos de infecciones, daños en el útero y hasta la muerte. Hay entidades que lo realizan sin permiso y sin las medidas de salubridad necesarias, comprometiendo la vida de la mujer.