Esta lesión se presenta generalmente dentro de las tres semanas posteriores a la infección, aparece en el sitio de contacto, siendo más común en los órganos genitales, pero puede estar presente también en el ano, labios, o la faringe. Inicialmente aparece una pápula, puede presentar un poco de secreción en los bordes, luego se convierte en una úlcera de color rojo-rosado de 5 a 15 mm de diámetro, no supura, y los bordes suelen ser duros al tacto. Esta lesión puede cicatrizarse hasta dejar solo una zona dura al tacto, pero es importante saber que no se trata de una curación, si no de la evolución de la enfermedad, que seguirá atacando otras partes del organismo hasta no ser tratada.