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El otro dispositivo disponible es una T que libera una hormona similar a la progesterona (levonorgestrel), el más frecuentemente utilizado se conoce como Mirena. La diferencia entre estos dos dispositivos se relaciona fundamentalmente con el material y el mecanismo por el cual previenen el embarazo; la T de cobre genera una reacción del cuerpo al material extraño similar a la inflamación que impide que se implante el óvulo fecundado; por su parte la T con levonorgestrel lo que hace es impedir que los espermatozoides pasen al útero y las trompas para fecundar el óvulo al espesar el moco cervical y disminuir la motilidad de las trompas.
La ventaja principal de estos métodos es que tienen una larga duración, la T de cobre tiene efectividad por hasta 12 años y la T con levonorgestrel dependiendo del dispositivo puede durar 3 o 5 años; además tienen un porcentaje de fallo inferior al 1% y su adecuado funcionamiento no depende de la usuaria como las pastillas que se deben tomar una vez al día, la inyección que requiere aplicación mensual o trimestral, o el anillo vaginal que requiere cambio cada 3 semanas.
La T de cobre puede producir o empeorar los cólicos durante la menstruación, además de aumentar el sangrado, pero es una excelente opción para las pacientes que por otros enfermedades no pueden utilizar métodos anticonceptivos hormonales. La T con levonorgestrel durante los primeros meses también puede aumentar los cólicos menstruales, posteriormente disminuye bastante el sangrado llegando incluso en algunas pacientes a no tener menstruaciones mientras lo están usando. Otras desventajas son: existencia de algún riesgo de complicación durante la inserción como perforación uterina y aumento del riesgo de infecciones uterinas. Adicionalmente es importante resaltar que no brindan protección en cuanto al contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Espero esta información te sea de ayuda, si tienes preguntas adicionales no dudes realizarlas por la plataforma.